En mi afán de encontrar lugares con identidad popular y donde poder degustar y disfrutar de comida Típica Chilena, en un sector conocido como “El 14 de Vicuña Mackenna”, encontramos una Quinta de Recreo que cumple con todas esas características, y muchas más.
En Avenida Vicuña Mackenna Poniente 7434, comuna de La Florida, casi al llegar al cruce con Avenida Américo Vespucio, se mantiene intacta esta hermosa Quinta de Recreo.
Al entrar, el parroquiano que la visita por primera vez, ve y piensa “pucha el local chico”, pero al lado de la barra que puede acoger a mas de 10 sibaritas-marabuntas-boca secas-patacheros, se encuentra una gran cocina, donde nacen deliciosos platos como hechos en casa, tales como la pesca’ frita con agregado, pernil con agregado (recomiendo con papas cocidas y pebre), costillar de cerdo al horno (que se parte con cuchara), unos deliciosos Porotos con rienda. En verano, se disfruta los Porotos con Mazamorra y la Ensalada a la Chilena, que forma parte del Patrimonio de nuestro Chile Lindo.
Se agradece lo cálido del ambiente. No hay diferencias entre clases sociales. Desde un humilde trabajador, oficinistas y otros mas cuicos, se dan visita aquí. Su objetivo: satisfacer la necesidad básica de comer. Al llegar, lo primero que te sirven -y sin preguntar- es una marraqueta entera de panadería (porque es crujiente y no chiclosa como la de supermercado) con una maravilloso pebre, en el que se sienten los aromas a cilantro, tomate, ajo, y por supuesto, la reina: el ají en salsa. No dejen de probarlo !!!
Si de comida al paso se trata, La Chinita ayuda a quitar el hambre con un rico sanguche de arrollado o de pernil, que como Dios manda, se sirven en marraqueta. Pa’ la sed, una cañita de pipeño o un terremoto. Sino te gusta el vino, las cervezas siempre estan heladas.
Ahora, si el objetivo es juntarse con los amigotes despues de la pega, este local es recomendable 100%, ya que la carta de tragos, es humilde, variada y económica. Además, puede ser acompañada con picadillos de arrollados o de pichangas.
En resumen, un local que se ha resistido a la modernidad, pero que ahora, producto del progreso, corre el riesgo de desaparecer “gracias” a la construcción del corredor del Transantiago.
No dejen de visitarlo.